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Conexiones Impactantes y Lecciones de Amélie Mariage en el Mundo del VC

Cuando se trata de impulsar el espíritu emprendedor, Málaga no se queda atrás.

Recientemente, la ciudad recibió la visita de Amélie Mariage, emprendedora de renombre que trajo consigo una valiosa dosis de inspiración y experiencia. 

¿El motivo de su viaje hasta Málaga? 

Ser jueza en la octava edición de Outstandings, la competición de startups organizada por Málaga Tech.

Pero la visita de Amélie fue más allá de Outstandings. Se sumergió de lleno en la vibrante comunidad emprendedora de Málaga, compartiendo no solo su conocimiento, sino también su pasión por el mundo empresarial, tomándose un tiempo para una charla cercana e informal con los habitantes de la Incubadora de Alta Tecnología (IAT), gestionada por Málaga Tech. El tema elegido por las startups no era otro que el emocionante mundo del Capital de Riesgo (Venture Capital; VC). Pero entre las discusiones sobre inversiones y retornos, hubo una reflexión que resonó con todos los presentes: el verdadero valor de las conexiones humanas.

Los protagonistas del VC, después de las propias startups, son los inversores y muchos de ellos, como Amélie, son ex fundadores de startups que han tenido un gran éxito. Ahora, como inversores, aplican su experiencia y conocimientos para respaldar a la próxima generación de emprendedores. Sin embargo, esta misma experiencia los vuelve más específicos y minuciosos al hacer preguntas.

Amélie misma, conoce perfectamente el mundo de las startups, ya que ha forjado su camino desde las trincheras del emprendimiento hasta convertirse en una inversora influyente en el ámbito del capital de riesgo. Con una trayectoria que abarca desde la fundación de Escuelas Visuales hasta su papel como Partner en Blast, ha demostrado un compromiso inquebrantable con el éxito de las startups y una comprensión profunda de las complejidades del mundo del VC.

Amélie, con su perspectiva única, destacó la necesidad de ir más allá de las transacciones financieras. En su apasionado discurso, hizo hincapié en la importancia de construir relaciones sólidas y auténticas con los inversores, basadas en la confianza mutua y el entendimiento compartido.

 

Para Amélie, la cercanía con los inversores no se trata solo de asegurar financiación para los proyectos, sino también de crear un ecosistema de apoyo y colaboración. En un mundo donde el fracaso es una realidad común para muchas startups, tener inversores que estén genuinamente comprometidos con el éxito es invaluable.

 

El punto crucial es que los inversores no son ni bancos ni billeteras. Es fundamental conectar con ellos a un nivel personal y mostrar un interés genuino en ellos como individuos. Construir relaciones basadas en la confianza y el entendimiento mutuo es clave para el éxito a largo plazo.

¿Pero cómo encontrar a los inversores perfectos?

La búsqueda de cada Dream Team es larga y tortuosa. El principal consejo que dio Amélie es buscar a los mejores inversores de la industria, los expertos y las personas más influyentes para crear un sentido de FOMO (miedo a perderse) entre otros inversores. Cuando inversores de renombre respaldan una startup, crean un efecto dominó que atrae más interés. Otro importante consejo: a veces, es mejor tener un inversor que pueda proporcionar una cantidad significativa de financiación que varios inversores que contribuyan con cantidades más pequeñas. De esta manera, puedes evitar lidiar con demasiadas opiniones y mantener el control sobre la toma de decisiones.

Siguiendo esta misma línea de reflexión, Amélie profundizó en el concepto de dilución de la participación en las startups, subrayando la importancia de aspirar a mantener un porcentaje significativo de propiedad durante las rondas de inversión. Aunque es esencial intentar conservar este alto porcentaje, también es crucial reconocer que no siempre será factible ya que, en última instancia, es el mercado el que determinará el valor y la dilución de la startup. Por lo tanto, mientras los fundadores buscan preservar su influencia en la empresa, también deben estar abiertos a las variaciones del mercado y adaptarse en consecuencia.

Sobre todo, durante las etapas iniciales, cuando se busca la primera ronda de inversión, es fundamental vender esta visión. Los inversores deben comprender y creer en la visión. Sin embargo, el viaje no termina con la primera ronda. La segunda ronda de inversión requiere métricas concretas y presenta desafíos más importantes. En esta etapa, los fundadores deben demostrar un progreso tangible con métricas y mostrar el potencial de crecimiento de la startup. Si bien las cifras monetarias son cruciales, los fundadores también deben considerar el impacto que el proyecto puede tener en los usuarios y las personas a las que pretende ayudar.

Creer en uno mismo y en el proyecto que se está llevando a cabo es fundamental para alcanzar el éxito. Mantenerse actualizado y cultivar relaciones sólidas en el camino son pilares que permiten posicionarse con firmeza en el mundo emprendedor. Como bien recuerda, Amélie es crucial priorizar la acción sobre la búsqueda obsesiva de la perfección. En este viaje emprendedor, el tiempo y el esfuerzo son recursos valiosos que deben gestionarse con sabiduría. Por tanto, es necesario enfocarse en el progreso constante y adaptar el enfoque conforme se avanza.

Amélie terminó el encuentro con un último consejo para enseñarnos que cada proyecto en el que emprendemos es un reflejo de nosotros mismos, del tiempo invertido y del esfuerzo dedicado. Es un recordatorio de que superarnos a nosotros mismos y velar por nuestro bienestar son los verdaderos objetivos. Emprender es una travesía que demanda una dedicación inmensa, pero también es un camino que nos brinda la oportunidad de crecer, aprender y dejar nuestra huella en el mundo.